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lunes, 14 de enero de 2013

EPIFANIA

Otra noche mas sin dormir, otro nuevo día igual que ayer sintiéndome solo, otra noche con malos sueños, esta mañana he decidido pedir perdón a Dios porque he tenido un sueño que no se si sea producto de mi corta respiración constante por el dolor de la soledad pero se los voy a contar: "ese sueño tenia que ver con un niño discriminado de la sociedad porque nunca tuvo un padre ni una madre junto a el, ese niño tenia piel blanca con una pantaloneta negra camiseta blanca y unos zapatos mocasín café, si café, aunque no combinaban así estaba ese niño, con su cabello mal lavado negro y algo largo que contrastaba con su hermosa cara; aquel niño vivía disociado de la realidad porque su única obsesión era tener un pequeño avión con el cual el quería ir volando detrás de su mayor sueño donde se encontrara el amor que tanto quería, el de sus padres, aquel pequeño quien todo mundo lo rechazaba vivía en un lugar secreto una casa que nadie volteaba a mirar porque se encontraba abandonada, una casa con tapias en puertas y ventanas para que nadie ingresara, pero ese niño había encontrado la forma que ese sitio fuera su lugar secreto, dentro de todo mi sueño mi subconsciente se pregunto: "pero de que dinero vive ese niño?" y como en todo sueño la respuesta cayo de una vez y fulminante; aquel niño era ladrón de pan y agua, azotaba todas las panaderías robando para vivir y cada vez que robaba buscaba un pan dulce con el cual pasar los malos sabores de su vida.
Por otro lado, a la ciudad había llegado una persona nueva un extraño, alguien quien había sido acusado de muchas cosas por circunstancias de la vida y de las personas destructivas contra otras, aquel extraño llego para buscar un amuleto que alguien le había arrebatado, aquel hombre era grande y fornido con tatuajes en los brazos como un presidiario y a donde fuera ocasionaba miradas de que hablar por su aspecto desordenado y hostil al mirar, pero nadie sabia que por dentro era una dulce persona que sabia y quería solamente tener ese amuleto que había pertenecido a su fallecido hijo, el único bello recuerdo que tenia de su larga y extendida vida, nadie sabia que los tatuajes que llevaba en su cuerpo eran imágenes de su memoria que flotaban todo el tiempo en su piel porque era tanto el dolor que llevaba consigo que llevaba ese dolor literalmente "a flor de piel" como dicen; aquel niño vago, solitario y juguetón tropezó en un basurero con un vaso para chocolate caliente y el recordó que cuando tenia oportunidad iba al pequeño aeropuerto de la ciudad para ver las flotillas de aviones donde siempre divisaba desde lejos su mayor y mas grande sueño volar hacia el amor fugado de su vida que nunca tuvo; pero en ese aeropuerto existía un vigilante al cual le gustaban los masmelos dentro del chocolate pero se quejaba que cuando los servia no pasaban ni cinco minutos y ya ese chocolate estaba frío y quería donde poder tenerlo caliente todo el tiempo mientras hacia su turno de vigilancia. En el mismo momento en que el niño encontró el mencionado vaso para chocolate pasaba a su vez el forastero y se dio cuenta que aquel pequeño tenia su mas grandioso amuleto, al tener encuentro visual entre ambos el pequeño inicio su carrera para evadir aquel enfurecido hombre, el corria desaforadamente, hizo de todo pues las calles eran su casa y logro escapar de el hombre enardecido por su tesoro perdido, entonces el niño se acerco al aeropuerto para ofrecer su botín al vigilante y poder entrar con su complicidad al aeropuerto y tomar un avión que lo llevara lejos de la ciudad sin amor y buscar a sus padres, hablo con el y el accedió a dejarlo entrar, el pequeño estaba asombrado al ver que estaba cerca de cumplir su sueño, con lo que no contaba era que el hombre extraño y tatuado en vivo en la piel pasaría cerca de la caseta de vigilancia pues estaba tras su pista y encontró su amuleto y le dijo al vigilante "de donde ha sacado eso? si es mío y me pertenece?" al ver el desespero y las lagrimas del extraño el vigilante muy diligentemente le respondió: "me lo ha dado un niño, dijo que lo encontró y que era su única posesión para poder entrar y conocer el aeropuerto, me contó que quería volar y llegar lejos en el mundo hasta encontrar el amor perdido de sus padres el cual nunca tuvo sino por fotos y viejos recuerdos, pero hay algo caballero afirmo el vigilante, el niño dijo que tomaría un viejo avión empolvado que se parecía a uno que tenia su padre a escala o juguete por supuesto y que en ese tenia que ir a buscar a sus padres pero el muy escurridizo me jugo una treta para tomarlo y no sabe que ese avión tiene una falla en el motor o sea el corazón de la nave y seguramente ocurrira un siniestro, es una pena por ese niño, afirmo nuevamente el vigilante, el hombre extraño duro por fuera y rudo sintió un inmenso dolor recordando a su perdido hijo y dejo el amuleto ya no le importaba sino solamente ir tras ese niño a salvarlo por encima de todo, al encontrarlo el pequeño estaba dentro del viejo avión, era un monomotor de aquellos que uno impulsaba con las manos para dar arranque, el hombre se abalanzo sobre el pequeño y lo saco del avión, el niño lloraba de forma desgarrante el pedía perdón por haber robado su amuleto que no le hiciera daño, que lo perdonara por haberle hecho tal daño pero solo perseguía ese recuerdo y estaba buscando el amor y que ese era un acto desesperado que no quería seguir robando panaderías ni tomando agua que quería saborear un plato de comida de su madre y una bebida caliente como el chocolate que hacia su padre, aquel hombre roto en lagrimas sintió gran pena por el pequeño y lloro junto a el niño mientras lo abrazaba, el hombre alejo al niño del avión en contra de su voluntad, el niño se quedaba sin esperanzas y el dolor era algo impresionante, el hombre decidió quemar y eliminar ese avión, tomo al pequeño de la mano y lo llevo donde el vigilante y le pidió de forma suave y sutil como sabia que tenia dentro que le devolviera el vaso y el viejo hombre accedió y se lo devolvió, el extraño se arrodillo junto al niño, y con amor en sus ojos le dijo: "hijo desde hoy yo soy tu padre, el que vive lejos de todos, el que mucha gente ignora porque para muchos no existo, mi aspecto lleva el dolor sobre mi piel, cuando supe de ti solo quise salvarte de tu muerte inminente en ese pequeño avión donde perseguías un sueño, desde hoy mi vaso para el chocolate caliente es para ti, y no vas a perseguir mas tu sueño en busca de amor, yo seré tu padre si me aceptas, te llevare de la mano y si vienes conmigo tendrás tu comida servida y tu bebida caliente todos los días de tu vida, si sigues mis pasos serás alguien grande, y tendrás una vida sana y feliz, tus hijos cuando crezcas serán también mis hijos y te prometo que tendrás todo el amor que siempre has soñado, el pequeño tomo el vaso y dijo: "gracias papa!".
Parece que la vida nos da revelaciones en algunas ocasiones, creo que a veces Dios aunque uno niegue su existencia siempre esta con uno hasta el final y antes de caer al abismo te rescata de cualquier forma divina, y por mas sufrimiento que ocasione la perdida del amor es porque no quiere que caiga en desgracia por estar detrás de algo perdido y que solo es un sueño. Me enorgullezco de haber querido, me fortalezco de estar sintiendo dolor por la partida de mis seres queridos, pero me siento orgulloso de haberlos siempre mirado a los ojos como un niño y haberles dicho siempre que los amaba. Adiós avioncito del dolor mío creo que Dios me necesita para ir a tomar un chocolate caliente.......

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